Yo estaba ahí, bebiendo mi Jack Daniels apoyado sobre la barra del negro mármol de la marquesina, a la vez que fumaba un cigarro de tabaco rubio, cuando de repente y sin previo aviso, alguien me golpeó por la espalda…
A mí que me golpen en la espalda no me hace ninguna gracia, prefiero que me llamen con tú antes que eso en fin.

Me dí la vuelta, era un hombre delgado, moreno y con una gran calva, ojos azules demasiado claros, vestido completamente de negro y no llevaba nada realmente identificativo, me daba la sensación de ser bastante paciente, metódico y seguro de sí mismo.

Aquel desconocido me dijo: perdone, ¿lleva fuego? A lo que yo contesté, Sí espera, al hurgar en mi chaqueta, el desconocido me hundió un puñal en el vientre…
Entonces caí aturdido por la sangre, sólo recuerdo a Juanito decir de fondo: llamar a urgencias y después de eso... cerré los ojos...



Continuará