Llamé a Juanito por teléfono para asegurarme realmente que mi pequeño BMW concept Cs negro estaba aparcado delante del Tropic Club, tras finalizar mi llamada, cogí la línea 27 y recogí mi coche.
Tenía el día libre, la verdad que no sabía realmente en que malgastar mi tiempo, teniendo en cuenta que con mi familia a penas me hablo, no cuento con una gran lista extensa de amigos, salvo dos o tres números a los que llamar por si la soledad me golpeaba con demasiada fuerza.
Sentando en mi coche sobre la tapicería beis, escuchando la canción Ain't No Sunshine de Bill Withers mientras conducía de camino a casa, pase por delante de la licorería, la cual su propietario era Carlos o comúnmente conocido como Charlie, un ex alcohólico y ex adicto al cristal con un gran historial delictivo en pequeños hurtos, es curioso un ex alcohólico puede ser propietario de una licorería, en fin, es como sí a un cleptómano fuera encargado de una tienda, así es la vida llena de contradicciones…
Entré en aquel sitio, pasé directamente a la zona de Whisky, entre toda la gama elegí un Chivas Regal de 25 años (sin duda alguna una buena elección), una bolsa de hielo picado, un paquete de chicles y un cartón de Marlboro, pagué a la cajera, deseaba largarme de ahí porque si me encontraba con Charlie tal vez no me fuera en horas…
Llegué a casa, abrí el buzón, recogí la correspondencia, me prepare mi chivas en un vaso de cristal cuadrado con el hielo picado, cuando lo tenía preparado puse el vinilo llamado True to Life de Ray Charles del año 1977 en el gramófono, así que mientras bebía lentamente, saboreando el licor, sentando sobre el butacón de cuero repasé la correspondencia, no había nada nuevo, salvo cartas del banco, recibos etc.… salvo un extraño sobre sin remitente…
Continuará
A lo que me contestó: tranquilizese Figueroa, ya se que no le despierto su simpatía pero es mi deber preguntarle.... bueno lo del alta ya se lo darán, de todas formas creo que le vendrá bien después del alta un par de días libres...
Y repliqué: pero, yo quiero incorporarme al cuerpo...
Entonces dijo el Comisario García: bueno a ver, un par de días, no le vendrá mal descansar después de lo que ha sufrido.... ya tendrá tiempo para incorporarse al cuerpo, así que pues aproveche para hacer algo de ocio... cuando tenga claro como fue quien le apuñalo o sospeche de alguien hable conmigo directamente para investigar el tema... bueno me voy que tengo que pasar por la comisaría..
Se marchó dejando ese olor a colonia de Brumel desfasada, con su peinado en ola y bien engominado, es que hasta su aspecto me producía rechazo, encima viene para decirme que no vaya en un par de días por la comisaría, por mi salud se preocupa... lo dudo, bueno era mi superior y no tenía otra que resignarme.
Así que me metí en el baño y me puse a fumarme un cigarro, se que en el hospital no hay que fumar pero siempre las decisiones, acatar normas las he llevado mejor con una buena dosis de nicotina, terminé de fumar y la colilla la tiré al Wc y le dí a la cadena.
En ese preciso instante entró la enfermera Norma, sabía que se llamaba así porque lo llevaba bordado en su bata y me pilló saliendo del baño, me dijo: tengo noticias nuevas, mañana ya le darán el alta pero ya sabe que tendrá que ir a hacerse la cura, una vez por semana a su centro de salud.. por lo que ya no tendrá que fumar a escondidas. Debería de saber que aquí no se fuma.
A lo que contesté: perdone, pero la ocasión lo requiere....
Y me soltó: si actuaramos de ese modo todos.. esto sería una casa de locos, pero bueno se lo dejo pasar porque mañana se va y la verdad que me cae bien- me guiño el ojo y se largo.
Me acosté y me trajeron la cena, unos huevos con patatas fritas y un danone blanco acompañado de un botellin de agua, trás terminar de comer caí en un profundo sueño y me despertó la voz suave de la enfermera Norma: bueno arreglese, que el doctor vendrá y le dará el alta...
Vino el doctor y como era de esperar me dió el alta así que recogí mis cosas y me puse la americana... saliendo por la puerta del hospital registré el bolsillo de mi americana y encontré un papel, lo abrí y leí:
Soy Norma la enfermera, llamame este es mi número: 625-875-963, besos...
Me reí.....
Al ver que la piel de la zona de mi vientre, me estiraba como si estuviera cosida, levanté las sábanas y el camisón, pude verlo claramente, me habían dado puñalada que me produjo una cicratriz de aproximadamente 10 cm de longitud, en acto seguido mi memoria clarificó lo que momentos antes había pasado.
Justo en ese preciso instante apareció la enfermera y dijo: Bueno ya era hora que se despertará...
Y le contesté: ¿Cuanto tiempo llevo aquí?
A lo cual ella me respondió: pues lleva dos días, demasiado tiempo, se ve que le pillamos algo cansado, por cierto tiene una visita creo que es el comisario García.
Nada más decirme eso, dije para mí mismo (vaya es la última persona a la que quiero ver, ese imbécil de medio pelo enchufado, que no entiende de nada... pero ahí esta llevándose los galones de otros).
El comisario entró a mi habitación y dijo: ¿Qué tal esta el señor Figueroa? a lo que yo contesté....
Continuará
A mí que me golpen en la espalda no me hace ninguna gracia, prefiero que me llamen con tú antes que eso en fin.
Me dí la vuelta, era un hombre delgado, moreno y con una gran calva, ojos azules demasiado claros, vestido completamente de negro y no llevaba nada realmente identificativo, me daba la sensación de ser bastante paciente, metódico y seguro de sí mismo.
Aquel desconocido me dijo: perdone, ¿lleva fuego? A lo que yo contesté, Sí espera, al hurgar en mi chaqueta, el desconocido me hundió un puñal en el vientre…
Entonces caí aturdido por la sangre, sólo recuerdo a Juanito decir de fondo: llamar a urgencias y después de eso... cerré los ojos...
Me encontraba sólo, en un par de horas habría terminado, así que me dije voy a pasar por Tropic Club, del que era íntimamente amigo del camarero llamado Juan o comúnmente llamado Juanito.
Juanito es de esos hombres barrigudos, con bigote, donde las arrugas marcan y agudizan, una sonrisa coronada por un bigote frondoso y caneado, un rostro que presenta calidez, honestidad y sobre todo una tez de haber trabajado bastante.
Juanito me replicó: no siempre a uno le piden bailar, miralo de esta forma es un descanso, el cual no te viene nada mal.
A lo cual esbozé una sonrisa y me puse a beber mi Jack Daniels.
Continuará....